Todas las hojas son del viento


Si esperamos el día perfecto para hacer aquello que queremos y no podemos por distintas razones siempre aplazamos, siempre lo dejamos. solemos hacer las cosas más importantes, ya saben; lo de siempre lo que nos da de comer, lo que  nos mantiene vivos, seguiremos viviendo de aquellas razones para postergar placeres, así sea clavar una hamaca en tu porche, donde te encuentres le das gusto a la rutina, monótono hasta que despiertes a los sesenta años a esperar la jubilación, y tus cosas... tus cosas serán anécdotas, “sabiduría” para los que cruzaran los mismos caminos, siglo V o siglo XXI los caminos son los mismos, escenarios distintos pero los mismos, como el rio que fluye siempre, y sigue siendo el mismo. “Todas las hojas son del viento”, Spinetta lo sabe, “Todas las hojas son del viento” y Marciano lo cantaba, todas las hojas son del viento por que hagas lo que hagas, pienses lo que pienses siempre tendrás lo que te mereces, bueno o malo, somos del viento y el viento nos eleva, nos arrastra, nos lleva en fastuosos remolinos, nos acaricia en tardes cálidas de verano. Luces entre luces.
No hay día perfecto, siempre será oportuno para todo, mientras puedas oler la tierra recién mojada por las primeras gotas de un lluvia justa y esperada, los perfumes caros de la gente camino al trabajo, el incienso en una tarde tranquila, buenas y malas intenciones. No existe el momento perfecto, hazlo ahora, es el momento que tu decidas hacer aquello, es hoy, no hay más. El sistema actual nos envuelve tanto que olvidamos todo, solo dejamos espacio para que recordemos tener un móvil de vanguardia, ropa de ultimas colecciones,rebajas,recibos y facturas en nuestros buzones, un automóvil aparcado esperándonos, un horario, unas vacaciones, charlas banales en redes sociales, pasiones de multitudes, fines de semana largos y algunas cosas más, más tiempo libre y más horas en rutinas monótonas, llamadas luego rituales para que tenga caché. Llegar del trabajo destapar una cerveza acomodar el sofá y desconectar el cerebro por horas hasta dormir y volver a desconectar.
“Todas las hojas son de viento.”, si no te dejas llevar por tu luz, te dejas llevar por el sistema actual, alguna orden mundial buscando la forma de llegar. Mires por donde lo mires, Spinetta llegas más allá que aquella canción dedicada a Cristina Bustamante cuando atravesaba trechos llenos de dudas.
Como nos trata el invierno; ráfagas de estos pensamientos, como la planta de maracuyá o una enredadera, entrelazados entre sí. Todo mientras caminaba cruzando el parque de regreso a casa.

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