Después del domingo la vida es la misma

volviendo a casa un domingo


Hay días que cuesta mas levantarse de la cama, ese era uno de aquellos. Con las persianas totalmente cerradas, parecía que todo allá abajo era normal. Pero todo lo anormal sucede allá abajo. Mientras los demás residentes del edificio me ven a mí como el anormal, ¡¡Ustedes están locos Yo no!! Comenzando con el portero del edificio, siempre me saluda con una extraña mueca, acompañada de un gruñido o sonido gutural pretendiendo ser su voz, solo masculla frases incompletas, poseedor de una mirada vacía. ¡Buenos días! Lo saludo, el tío me queda mirando como queriendo hallar respuesta de algo, hasta que me pierde de vista. Ya en el tren, encuentro una escena muy surrealista, como una película de buñuel. Sonreí, bajé del tren. Salí, tome el autobús, llegué e ingrese al trabajo y no salí de ahí en ocho horas. Monotonía asquerosa, el sistema nos esta robando tiempo de vida.