Claramente recuerdo
en las misas aburridas a las que iba desde niño, la única parte del culto que
me gustaba era cuando aprendía a contemplar las cosas con quietud absoluta y curiosidad
paliativa; momento exacto cuando después de tragar la hostia una alegría
resignada expectante al beber el vino, limpiando la copa con un placer
repetitivo, relamiéndose la gota sobrante del ritual. Era esta, la única parte de la
misa en la que observaba total tranquilidad y sinceridad en el padre. Era muy niño pero aquellas sensaciones no se
olvidan.
CORTAZAR
Maldije la tormenta que te asustaba,
maldije la lluvia que te mojaba,
maldije el viento que te despeinaba,
maldije…
Hoy golpeaste a mi puerta y
bendije la tormenta que te trajo y
bendije a la lluvia cuando te sacaste el vestido mojado y
bendije el viento, que apago la lámpara,
bendije…
DESPIERTA YA!
Todos somos especiales, sobre todo las
personas que nos rodean, olvidémonos de idealizaciones estereotipadas, los
especiales somos nosotros, todas las industrias nos quieren obligar a idealizar
y desear todos los modelos de vida que nos vomitan diariamente. Nos venden sueños
que copian de nosotros mismos en los estudios de mercado, del comportamiento del consumidor, psicología del
consumidor y demás… de las cuales formamos parte y muchos sin saberlo. Igual nadie nos conoce.
Para ellos somos estadísticas, masas, consumidores compulsivos, datos guardados
celosamente en ficheros de bases de datos. ¡Despierta ya!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)